El estado mental de algunos humanos no permite desarrollar la sensibilidad necesaria para poder empatizar con el resto de animales, sólo con los de su propia especie y a veces ni eso.
Toda persona con un mÃnimo de sensibilidad deberÃa presenciar lo que ocurre en el interior de estos horribles lugares y experimentar el hedor a una mezcla de sangre y excrementos que te inundan los pulmones impidiéndote la respiración, a heridas supurando ocasionadas por las enfermedades o el canibalismo, a ratas que sirven de alimento y a su vez esos animales sirviendo de alimento para las ratas. Observar a madres olvidadas que han sido explotadas toda su vida, a hijos condenados a padecer lo mismo que millones y millones de animales sólo por pertenecer a una especie diferente. Miradas que transmiten desesperanza. Escuchar gritos de locura y lamentos desesperados por intentar en vano librarse del sufrimiento. En definitiva, sentir la inocencia manchada por nuestra crueldad.
Toda persona con un mÃnimo de sensibilidad deberÃa pensar dos veces antes de seguir contribuyendo a que millones de animales padezcan este infierno, y digo infierno porque no se me ocurre mejor palabra para definirlo.
Dirigido a los activistas:
El enemigo seguirá siendo la ignorancia en contra de ti, seguirá siendo la palabra sin libertad, por eso debemos seguir luchando hasta el final, dÃa tras dÃa, por una vida más.
Go Vegan!