La verdad es que no imaginaba que esto pudiera afectarme tanto. Las miradas de estos animales quedarán grabadas para siempre en mis retinas. Observando su confinamiento pensé que debían de haber cometido el peor de los delitos para ser tratadas así, pero en realidad su único delito era pertenecer a otra especie.
Indescriptible el hedor de las heces de miles de animales amontonados, obligados a vivir asi, y a pesar de todo parecían esperar una oportunidad… ¿tal vez la libertad?
No creo que entendieran lo que esta pasando. Tenían miedo de mi. Es normal soy como sus torturadores, como quienes las encerraron ahí, como quienes las patean y golpean, como quienes se llevan a sus crias que nunca más vuelven a ver. La desesperacion de esas madres por no poder ver dónde están sus pequeños, condenadas a vivir en la incertidumbre y el dolor, en esas jaulas que eran iguales en todas las granjas que pude ver fuesen ecologicas o intensivas…
Los más pequeños sin embargo curiosos, mordisquiando mis pantalones, chupando mis dedos. Me resultó increíble pensar que tal vez mañana esos mismos individos estarían partidos al medio en una carnicería o expuestos en la vitrina de un restaurante. Desconocian su futuro. Sentí impotencia por no poder cambiar su destino. Tanto sufrimiento gratuito. Me cuesta creer que sea tan difícil de entender, de ponerse en su lugar… una vida que no es vida, destinada a satisfacer la gula, o los intereses economicos de quienes no tienen escrúpulos, negándoles cuaquier posibilidad de elección, condenadas en vida…