Anoche fue una noche más de visita. Entramos en varios sitios. Acabo de levantarme, y parece una lejana pesadilla.
Entramos en una granja, la cual parecía que estaba abandonada, pero al ver luz en una de las ventanas, seguimos buscando.
Una sala tras otra, dos de mis compañeros no paraban de mirar y sacar fotos, mientras yo iluminaba el camino con una linterna. El suelo estaba lleno de cucarachas y excrementos.
«Pensé que estaba preparada para entrar por que había visto varios videos sobre granjas, mataderos… pero vivirlo no tiene nada que ver con verlo en una pantalla.
La primera vez que entré fue la peor. Es horrible no sólo ver como viven sino olerlo, escucharlo y sentirlo en primera persona. Si en el poco tiempo que estás (una hora aprox.) se hace insoportable y agobiante, no puedo imaginar pasar encerrado allí días, semanas y meses. A veces el olor es insoportable (metano, amoniaco…) no se puede respirar y los escuchas toser, respirar mal, ahogándose, chillar…
Yo siempre habĂa imaginado las granjas como un lugar con muchos animales y en los que habĂa un cierto grado de suciedad, pero la verdad es que nunca imaginĂ© que eran como la que yo vĂ, y eso que yo entrĂ© en una de las que están en semi-libertad.
Era una nave enorme, llena de cerdos agolpados que se empujaban para comer de unos contenedores situados en las paredes de la nave. El olor que habĂa era horrible y la sensaciĂłn de estar entre aquellos pobres animales era sĂşper triste. SentĂa una impotencia enorme de saber que estaban allĂ solo para ser cebados y luego asesinados. Esos pobres animales ignorantes de la finalidad que tenĂan en la vida, se acercaban a nuestros pies no se bien si buscando más comida, mimos, o por simple curiosidad, y al hacer un mĂnimo movimiento salĂan espantados como si fuĂ©ramos a hacerles algo horrible. A pesar de que tenĂan un recinto exterior vallado para salir, no podĂa dejar de pensar en la mĂsera vida de esclavitud y encerramiento que tienen para luego acabar asesinados.
